2.1. Diferencias entre el pensamiento creativo-lateral y el pensamiento vertical-lógico.

El pensamiento vertical es selectivo; el pensamiento lateral es creador. Lo podemos apreciar, por ejemplo, cuando enfrentamos un problema. Lo primero que hacemos es barajar y seleccionar soluciones posibles ya conocidas y empleadas anteriormente. En este caso, estamos empleando nuestro pensamiento lógico/vertical; en cambio, si dejamos actuar a nuestro pensamiento divergente, creativo o lateral, relacionamos hechos y creamos posibles soluciones antes no consideradas.
El pensamiento vertical se mueve solo si hay una dirección en qué moverse; el pensamiento lateral se mueve para crear una dirección. Estamos empleando el pensamiento lógico cuando seguimos los pasos ya establecidos previamente de una secuencia; en cambio, cuando somos creativos, vamos buscando esos pasos, guiados por la intuición y la flexibilidad en el pensar.
El pensamiento vertical es analítico; el pensamiento lateral es provocativo. El pensador creativo no busca la secuencialidad en las ideas; por el contrario, guiado por la originalidad y la asociación de las ideas o estímulos, se atreve a idear un camino nuevo, sin temer al error. El pensador lógico, en cambio, prefiere asegurarse, analiza y se guía por la secuencia y orden en las ideas. Sin este requisito no podría existir, por ejemplo, la matemática ni la lógica. En cambio, en el pensamiento lateral no es necesario.
El pensamiento vertical sigue los caminos más evidentes; el pensamiento lateral, lo menos evidentes.
El pensamiento lateral busca deliberadamente los enfoques menos obvios. Este proceder constituye un principio básico y a menudo es la única razón para explorar un camino que, por otra parte, podría conducir a una solución valiosa. El pensador lateral o creativo se arriesga a ensayar nuevos caminos y formas de pensar.
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Es necesario precisar que no existe antagonismo entre el pensamiento lógico vertical y el pensamiento lateral o creativo. Ambos son necesarios y se pueden completar mutuamente. El pensamiento lateral aumenta la eficacia del pensamiento vertical al ofrecerle nuevas ideas para su elaboración lógica.